M. Colloghan

samedi 25 avril 2015

La lucha de los trabajadores de Curt-Impex

En 2012, los trabajadores de la empresa de cueros y pieles Curt-Impex SA tuvieron que enfrentarse a una fábrica vacía, endeudada y sin clientes. Hoy, cuentan su historia que ya sigue el camino de la lucha y está pronta a convertirse en Cooperativa de Trabajo.

Por Pilar Gutiérrez, para Tiempo Argentino 

Trascurría el año 2012, y sin previo aviso, los 35 operarios pertenecientes a la fábrica de Curt-Impex SA dejaron de percibir su salario semanal, se quedaron sin vacaciones y aguinaldo, y se encontraron con que los dueños de la empresa habían dejado completamente acéfala la producción y elaboración diaria de cueros.

El único responsable que permaneció en la empresa y quedó a cargo fue un gerente "que continuó con el mismo plan de vaciamiento, sin pagar a los compañeros y manejando los hilos desde adentro", cuenta Rubén Rodríguez de Oliveira, quien es el actual presidente de la Cooperativa de Trabajo en formación. El trabajador, a la vez explica que la edad promedio de los compañeros era para ese momento de más de 50 años, una razón más que suficiente para pensar en las dificultades que conllevaría una potencial reinserción laboral en cada caso.


Por el contrario, los trabajadores de Curt-Impex SA decidieron en ese momento iniciar la lucha en la unidad de Cabildo 525 con el objetivo de reclamar por la continuidad de sus puestos de trabajo y el pago inmediato de deudas por parte de la patronal. El monto adeudado en ese momento ascendía a U$S 50 mil sólo en concepto de pago a proveedores y más de $ 270 mil en servicios.

Este vaciamiento terminó de concretarse aproximadamente en noviembre de 2012, con la particularidad de que fueron los propios trabajadores quienes impusieron su finalización para poder organizarse y reanudar el ciclo diario de trabajo en la curtiembre, exigiendo al gerente que había quedado a cargo "que diera un paso al costado" y, en una demostración de generosidad conjunta, convocando a otros trabajadores de curtiembres cercanas que se encontraban desempleados, a pasar a formar parte de los ahora 30 socios de la Cooperativa en formación.

En este sentido, el presidente de los trabajadores organizados explica que "junto con el sindicato (el de Obreros Curtidores), nos largamos en la aventura de autogestionarnos, para poder empezar a trabajar inmediatamente". De esta forma se dedicaron al trabajo de volver a insertar a Curt-Impex en sus niveles históricos de producción mensual de cueros y pieles, una cuestión nada sencilla. Mientras tanto, y de dedicaba a esa tarea, también esperaban las Matrículas Nacional y Provincial que son necesarias para poder empezar a funcionar legalmente como Cooperativa. Pero siguieron con su objetivo claro, y en función de ello, los operarios pusieron en marcha las máquinas.
 
"Convocamos a los proveedores y les pedimos que nos ayudaran a afrontar las deudas que la patronal había adquirido con ellos; llegamos a pagarles el 20 o 30% del total de lo que se les debía. Así, casi el total de los proveedores volvieron a confiar en nosotros y reanudamos el flujo de trabajo de la empresa", destacan con orgullo los trabajadores.

En diálogo con Tiempo Argentino, Rodríguez de Oliveira no duda en destacar el fuerte apoyo de los integrantes de la conducción del Sindicato de Obreros Curtidores (SOC) que, según sus palabras, "hicieron posibles las gestiones iniciales para la conformación de la Cooperativa y, a la vez, mantuvieron la cobertura social a los más de 30 compañeros que nos habíamos quedado sin nada".

En este sentido, la experiencia de los trabajadores autogestionados de la Curtiembre Beccas SA (la historia fue narrada en el "Suplemento Autogestión" del pasado 8 de mayo, del partido de Avellaneda y muy cercana en su lucha y en los reclamos conjuntos a Curt-Impex, ratifica la política de apoyo integral que el sindicato que nuclea a los trabajadores del cuero toma frente a las empresas sociales del rubro. También en el caso de Beccas, el SOC mantiene hasta hoy la cobertura social y sigue acompañando el reclamo de los operarios de la unidad productiva por su inminente conformación como Cooperativa de Trabajo.

Rodríguez de Oliveira, por otra parte, se ocupó en señalar el trabajo mancomunado que se ha venido llevando a cabo con el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación y con el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social para la conformación de la empresa social, a través del otorgamiento de la Matrícula Nacional (ya cuentan con la Provincial) que finalmente les permita a los trabajadores encuadrarse bajo la figura legal cooperativista.

"Nosotros buscamos todos los caminos para crecer y no trabajar en la penumbra. Lamentablemente, los tiempos de los papeles no son los nuestros, y la realidad es que necesitamos trabajar", asevera Rodríguez de Oliveira, a la vez que destaca las gestiones del gobierno nacional para permitir que el trabajo en la fábrica volviera a funcionar aun sin estar conformados en Cooperativa.

La historia cuenta que el trabajo fabril de Curt-Impex llegó, en su mejor momento, a producir entre 10 mil y 15 mil pieles mensuales de nutria, conejo y zorro. Si bien los niveles de producción están actualmente por debajo de esas cifras, el apoyo de los clientes que respaldaron la conformación de la Cooperativa "sostiene el pago a proveedores y de productos necesarios para el trabajo diario".

Los socios de la empresa social en creación esperan poder crecer en número de trabajadores en el corto plazo, para de esa forma robustecer la producción como cooperativa autogestionada con plena producción y competitividad, pero también para poder ayudar a otros compañeros de la actividad que hoy se encuentran sin trabajo.

"Nosotros no pedimos nada que no nos corresponda. Únicamente queremos volver a nuestros puestos y poder funcionar como Cooperativa de Trabajo con la mayor cantidad de compañeros operando", finaliza Rodríguez de Oliveira.

19 de Junio de 2014

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